Hay un lugar en el mundo que no es parecido a nada. En Marrakech, el corazón de Marruecos, rodeada de callejuelas y pasajes que te harán perder por más atento que estés, se levanta la plaza Yamaa El Fna.
Punto social, turístico, cultural y comercial de la Madina, aquí lo mágico se entrevera con lo real, lo absurdo con lo bizarro y lo increíble con lo normal.
Yamaa El Fna, es una de las plazas más destacadas del planeta por su originalidad (si no es la más). Podemos toparnos desde adiestradores de monos o músicos, a encantadores de serpientes, desde ropa beduina, souvenirs, tiendas de productos alimenticios y ladronzuelos, hasta las más exquisitas comidas árabes por las noches, donde este rectángulo central se convierte en un restaurante de dimensiones gigantescas.
La plaza nunca duerme, el bullicio es su principal socio y la gente queda encantada por esta abarrotaría a cielo abierto.
Hablar de Marruecos, es sinónimo a esta plaza. La diversidad es tan grande a punto tal que Yamaa El Fna ha sido declarada: Obra maestra del patrimonio oral e intangible de la humanidad. Un cuadro viviente, una obra de arte o las dos cosas juntas en cualquier sentido, te atrapa. El show no debe continuar, porque el show siempre está. Si el objetivo es la búsqueda de un lugar diferente y siempre todo lo encuentras parecido a algo, esta plaza y esta ciudad, seguramente no te decepcionará.