La lucha de diversas organizaciones de protección de animales se verá cristalizada a comienzos del año próximo.
En una de las principales atracciones turísticas de Cambodia como lo es el complejo arqueológico Angkor Wat, es común ver la escena de paseos en elefantes por parte de turistas venidos de distintos lugares para recorrer la enorme zona, en la que se encuentra una colección de templos que datan de siglos de antigüedad.
Las asociaciones en defensa de los animales, han denunciado durante mucho tiempo que los elefantes sufren maltratos al usar distintas herramientas para controlarlos y adiestrarlos, lo que les ocasiona heridas y marcas en diversas zonas de su cuerpo, al igual que llagas por el peso de la silla que se les coloca al realizar el traslado.
Los estudios dan fe de que se han utilizado los elefantes de forma indiscriminada por las agencias turísticas para prestar este servicio recreativo y que ahora lo que se busca es cuidar y proteger esta especie que podría estar en peligro de extinción.
Un reporte de prensa da cuenta que en 2016, un elefante murió mientras realizaba el recorrido bajo un clima bastante inclemente y sin completar siquiera una hora se desplomó. Ya tenía unos 16 años efectuando esta actividad y a partir de allí se intensificaron los esfuerzos por detener este uso. Al parecer la causa de esa muerte fue un ataque al corazón por las elevadas temperaturas.
Con la resolución gubernamental, a partir de los primeros meses del año 2020, esta utilización con fines comerciales no será permitida y como muestra de buena voluntad, algunos de estos ejemplares han sido trasladados a una zona boscosa que se localiza a unos cuantos kilómetros de distancia.
Según las declaraciones de Kosmer Long, la idea a partir de ahora es que los elefantes vivan en su entorno natural y que ya no quieren verlos utilizados en las diversas actividades turísticas.
TRATARLOS CON RESPONSABILIDAD
Hasta la fecha, un total de 14 elefantes son utilizados en estas funciones. Cinco ya se han devueltos a su hábitat natural y ya no estarán obligados a trabajar de manera forzada. Se calcula que al menos viven unos 70 que ya han sido entrenados en el país y el numero de los salvajes ha ido disminuyendo debido a distintos factores en los que ha influido la mano del ser humano.
Para muchos visitantes, llegar a Cambodia y pasear en un elefante es parte fundamental del viaje, debido a lo extenso del territorio y las altas temperaturas, sin embargo, a partir de ahora se pensará más en la responsabilidad de dar protección a estos animales y evitar de esta forma que se conviertan en una especie extinta.
En el continente asiático, desde siempre los elefantes han formado parte de su cultura, pero la realidad es que en los últimos periodos se han disminuido hasta en un 50%, quedando solamente cerca de 50.000 en su estatus natural, es decir completamente libres.
Se busca que entre todos se contribuya a la conservación y protección de los elefantes, evitando tratarlos con crueldad pero también impidiendo que sean utilizados de forma explotadora. Es responsable contemplar la belleza que brinda la naturaleza y respetar los animales que habitan el planeta tierra.