Los antiguos romanos estaban convencidos que sin importar los acontecimientos que sucedieran en el mundo la región permanecería de pie, por eso la denominaban la ciudad eterna.
La tercera ciudad más visitada de Europa y la decimocuarta en el mundo es Roma. Los impresionantes monumentos, los sitios arqueológicos y su reconocida gastronomía son tres de los elementos que motivan a los viajeros a colocarla en su agenda de vacaciones. En cada rincón que se visita hay vestigios del pasado, que dan una muestra de cómo era la vida en aquellos tiempos.
Pero no solo es lo antiguo, también hay edificaciones modernas, que junto al legado histórico la convierten en un lugar sumamente interesante. Se observa un creciente número de clubes nocturnos para relajarse, irse de fiesta y pasarla bien. Además, hay restaurantes para todos los gustos, en los que se manifiesta la tradición culinaria que se transmite de generación a generación.
A Roma se le conoce como la capital de dos estados, debido a que tiene en su interior la entidad estatal autónoma del Vaticano, el corazón geográfico de la religión católica. Alberga cerca de tres millones de habitantes, lo que la convierte en el municipio con mayor población de Italia y la tercera ciudad de Europa. Al clima se le denomina mediterráneo, teniendo más presencia de lluvias de noviembre a abril.
Para que tengas una idea de todas las maravillas que hay en Roma, en esta guía tendrás varias recomendaciones que debes tomar en cuenta para disfrutar de tu próximo viaje. Recuerda que es importante contar con el pasaporte vigente al igual que el boleto de avión ida y vuelta.
Fuente de Trevi
Es sin duda la fuente más famosa que verás en toda Europa, por lo que es una obligación visitarla si viajas a Roma. Son innumerables la cantidad de propuestas de matrimonio que se han hecho en sus alrededores, por lo que también es un lugar muy romántico. La tradición cuenta que se deben tirar un par de monedas. Con una pides un deseo y con la otra te aseguras de que volverás a visitar la ciudad. Casi todos los días hay cientos de visitantes en sus espacios principales.
Plaza de San Pedro
Miles de turistas y peregrinos llegan todos los años a esta plaza gigante, que consta de 280 columnas y 145 estatuas. En el centro se erige un enorme obelisco, con un par de fuentes a sus lados. Es el punto de entrada para la Basílica, por lo que a diario se forman largas colas. Si quieres entrar debes ser muy paciente. En el interior del edificio religioso se contabilizan más de 300 escalones, con pasillos estrechos. Sin embargo, la travesía es compensada con las insuperables vistas que tendrás de la ciudad.
El puente y Castel Sant’Angelo
Acá tienes otra de las principales atracciones de Roma, que se encuentra cerca del río Tíber. Lo primero que se observa es el puente, que ha sido decorado con 10 estatuas, diseñadas todas por Bernini. Debes caminar apenas 5 minutos desde la plaza San Pedro y tendrás la oportunidad de encontrarte con el castillo, que fue ordenada su construcción por el emperador Adriano con la finalidad de que se convirtiera en un mausoleo. Al ingresar, observarás algunas tumbas de personalidades importantes de la ciudad.
Jardines de Villa Borghese
Muy cerca de la Plaza España, que es una de las más populares de Roma, están los jardines de Villa Borghese, un parque público hermoso y enorme. Observarás enormes callejones por los que puedes caminar para encontrar la calma y relajarte después de un día ajetreado. Verás un gran lago que tiene en sus alrededores templos, fuentes, estatuas y un espacio botánico. Cuenta con dos entradas, ambas espectaculares.
Una ruta por las iglesias
El turismo religioso abunda en Roma, por lo que puedes planificar una ruta por las principales iglesias de la ciudad, las cuales dejan en evidencia la majestuosidad de su arquitectura. Una de las más famosas es la Trinità dei Monti, que tiene poco alrededor de 900 años desde que se terminó su construcción. Además, alberga las cuatro basílicas más grandes del mundo y otros templos que son una auténtica obra maestra del diseño y la ingeniería.
El Foro y el Coliseo Romano
Con una sola entrada podrás visitar ambos sitios. Primero llegarás al Coliseo, uno de los monumentos emblemáticos de la ciudad que se encuentra dentro del casco histórico. Tiene capacidad para 50.000 espectadores. Allí es donde se celebraban los famosos combates de gladiadores que son relatados en infinidad de libros de historia. Después pasarás al Foro, un espacio que mantiene ruinas de algunos de los edificios relevantes de la antigüedad. Si quieres la compañía de un guía, lo recomendable es que compres un tour.
Barrio Trastévere
Este distrito se ha puesto de moda en los últimos años por muchas razones, entre otras por conservar su encanto original. Es un poco distinto a los barrios centrales, así que podrás perderte en sus calles estrechas, llenas de flores. Hay decenas de tiendas, además de espacio para compartir historia con los habitantes locales. Si no vas de prisa, saca tiempo para subir a la colina Gianicolo, desde donde se tiene una perspectiva sensacional de la ciudad.
Pero eso no es lo único, hay otras recomendaciones de sitios imperdibles que tendrás a continuación. Por ejemplo, puedes visitar:
- Campo de Fiori: un mercado tradicional de frutas, verduras y carnes.
- Barrio de San Lorenzo: uno de los sitios en los que observarás algunas de las mejores universidades de la ciudad.
- La Galería Borghese: un espacio repleto de numerosas pinturas y esculturas.
- Los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina: un enorme complejo arquitectónico de 7 kilómetros de largo.
- Plaza Navona: una de las plazas más bellas ubicada en el corazón del casco histórico.
- El Vaticano: la pequeña ciudad llena de museos, basílicas y templos.